Nuestro hogar es nuestro refugio, el sitio donde nos sentimos seguros, donde podemos ser nosotros mismos al cien por cien. Llegar a casa después de una larga jornada de trabajo, cuidar de las plantas de la terraza y el jardín o sencillamente quedarnos acurrucados bajo una manta, viendo cualquier película… Los planes caseros suelen ser los mejores llegados a un punto en la vida en el que tenemos que bajar el acelerador. La rutina hogareña siempre ha cimentado nuestras relaciones, aunque es cierto que tampoco debemos convertir eso en la única alternativa. Salir está bien, despejarnos y visitar sitios nuevos para hacer cosas diferentes. Pero el refugio siempre estará en nuestro hogar, a la vuelta. En nuestro dormitorio, en nuestra cama, donde dormimos y soñamos, donde discutimos y amamos. El epicentro de nuestra vida conyugal o de pareja, el sitio en el que todo se deshace y vuelve a renacer. Y también un improvisado plató de cine, si nos ponemos juguetones con la cámara.
Cada vez son más las parejas que se atreven a grabarse en vídeo mientras tienen sexo. Es algo que a muchos les da una vergüenza tremenda, y que puede convertirse, de hecho, en un gran problema. Todos hemos conocido historias en las que, tras romper, el vídeo de la pareja teniendo sexo acaba filtrándose, con desastrosas consecuencias en muchos casos. Este tipo de vídeos suelen quedarse en la intimidad, y de hecho, algunas parejas loas utilizan para analizar sus propios encuentros, mejorar cosas, verse a sí mismos en plena faena… Es una forma de encontrar un nuevo punto para disfrutar, sin más intención que la de tener algo especial para los dos. Sin embargo, también están esas parejas decididas a mostrarle al mundo entero lo que son capaces de hacer. Los que deciden no iniciarse en el porno en sí, sino simplemente grabar sus polvos de pareja, para subirlos a plataformas donde poder ganar dinero con ello. El porno amateur está cada vez más en boga porque el público disfrutar muchísimo de esa parte más natural del placer, sin tanto artificio. Si tú también estás pensando apuntarte a esta moda, aquí te vamos a comentar cómo hacerlo.
Un género cada vez más popular
Solo hay que echar un vistazo en las páginas de porno más populares, aquellas que son visitadas cada día por millones de usuarios. Dentro del inmenso catálogo que podemos encontrar ahí, el porno amateur se ha convertido en una de las categorías más habituales, en una de las más visitadas por los usuarios. Hay todo tipo de escenas amateur, claro está, y no todas ellas están protagonizadas por parejas. Pero lo interesante es encontrar como un chico y una chica, tanto jóvenes como maduros, nos abren las puertas de su intimidad, de su propio dormitorio, para verles en plena acción. A veces, estas parejas se convierten en auténticas estrellas y acaban grabando escenas con otros actores y actrices, pero en muchas ocasiones solo graban entre ellos.
La tecnología de nuestra parte
No es que el porno amateur sea un invento del siglo XXI, ni mucho menos. De hecho, ya en los años 70 se podía grabar este tipo de escenas de forma menos profesional, con cámaras pequeñas. De hecho, el porno amateur ha venido engrandecido precisamente por la evolución de la tecnología, que ha permitido que hoy en día tengamos una cámara profesional en el bolsillo todo el tiempo. En apenas unas décadas hemos pasado de comprar carísimas cámaras de vídeo a disfrutar de una calidad brutal gracias a nuestros teléfonos. Para los más sibaritas, las cámaras de fotos también tienen un modo vídeo adecuado. Y por supuesto, siempre nos quedarán las webcams, que son a estas alturas un clásico del porno online.
Si antes costaba grabarse, por lo complicado de encontrar una cámara o de rodar algo en condiciones nosotros solos, ahora todo es mucho más sencillo. Móvil en mano, o con un trípode, podemos conseguir un resultado espectacular. De hecho, incluso se venden ya focos profesionales para darle una buena iluminación al dormitorio durante la escena. Si nuestra intención es subirla a la red, debemos cuidar esos pequeños detalles, pero sin que se pierda el encanto natural de un encuentro sexual entre una pareja. Eso es lo que importa transmitir, más allá de tener la mejor calidad de sonido, vídeo o iluminación. Lo que los espectadores buscan en esos vídeos es pasión auténtica, y el saber que esa parejita son personas normales, como ellos, tal vez sus vecinos…
No solo en la cama, échale imaginación
Ya sea para mostrarlo al mundo o para guardarlo para nosotros, estos vídeos deben ser especiales. No se trata solo de grabar un polvo más y punto. Poner la cámara, dejarla ahí y olvidarnos de ella… Debemos mostrarnos más intensos que de costumbre, aprovechar la ocasión para demostrar que estamos en forma. Y eso significa también dejar a un lado lo de siempre, que es hacerlo en la cama. El dormitorio es el lugar perfecto para este tipo de grabaciones, por comodidad, por estar más seguros y acostumbrados a hacerlo allí… Pero hay que tirar de imaginación, y seguro que se nos ocurrirán sitios nuevos e interesantes donde también vale la pena hacerlo. Que sea amateur no significa que no podamos darle vidilla…
La cama, el sofá del salón, incluso en el jardín o en el patio, si os atrevéis… Cuanto más sensual, mejor será el resultado, especialmente si buscamos subirlo a Internet. Aquellos que tienen piscina en casa pueden grabar escenas increíbles en ese ambiente, que suele encantar a los espectadores. Y el baño también puede ser una opción magnífica, para tomar una ducha caliente juntos mientras la cámara lo graba todo… Opciones hay muchas, y quedarnos con la de siempre, salir los dos en la cama, puede llegar a ser bastante aburrido. No vamos a decir que no sea efectiva, y es seguramente lo mejor para el primer momento, o para la primera escena que grabemos, pero si seguimos adelante debemos entender tener más imaginación.
Una buena forma de ganar dinero
Y es que más allá de la intención de la propia pareja a la hora de verse en un vídeo de este tipo, las escenas amateur pueden servir incluso para salir de un bache económico. Ganar dinero con estos vídeos es fácil si los subimos a Internet y les damos mucha promoción. Hay plataformas que pagan por visualizaciones, especialmente en los canales con más visitas. Otra opción es crear una cuenta de Onlyfans y subir allí este tipo de contenido, no solo vídeos, sino también fotos y demás. Puede parecer algo bastante pobre, pero hay parejas que ganan miles de dólares al mes gracias a estos vídeos, así que si no tenéis reparos en que os vean desnudos, ¿por qué no intentarlo? Al fin y al cabo, el sexo es el mismo, solo que ahora lo vais a compartir con muchas más personas en la red.